La
Casa Lleó i Morera, es un proyecto del año 1902, del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, sobre una reforma de la antigua
casa Rocamora del año 1864, situada en el Paseo de Gracia, nº 35 de Barcelona. Consiguió en 1906 el Primer Premio del Concurso anual de edificios artísticos otorgado por el Ayuntamiento.
Su propietario inicial fue Antoni Morera i Busó que legó el edificio a su sobrina, Francesca Morera Ortiz, la artífice de encargar el proyecto de remodelación el año 1902. Murió en 1904, antes de ver finalizadas las obras y fue su hijo, Albert Lleó i Morera quién se hizo cargo de la casa, dándole al edificio el nombre por el cuál se conoce actualmente. En su decoración, como era habitual en la época modernista, participaron numerosos artesanos, Mario Maragliano y Lluís Bru en mosaicos, Antoni Serra i Fiter en cerámica, Antoni Rigalt i Blanch en vitrales y Gaspar Homar y Josep Pey en mobiliario interior. Siguiendo el estilo modernista propio de la época, sus motivos están inspirados en las líneas curvas y en la naturaleza. Asimismo, se cree que la familia Morera quiso dejar huella de su linaje, con continuas referencias a su apellido Morera personalizando los elementos decorativos con reproducciones de la imagen de los miembros de la familia en la ornamentación. Ejemplo de ello son la morera del patio interior, la morera de los tiradores de las puertas, o los semblantes y las manos de porcelana de las figuras de Antoni Serra en los mosaicos de la planta principal.
La fachada y la planta baja estaban decoradas con grandes y variados ornamentos modernistas, siendo unas esculturas de Eusebi Arnau, las más llamativas, representaban dos parejas de figuras femeninas sosteniendo unas vasijas; enmarcando la entrada, con doble juego de columnas pareadas de mármol rosa, en la base de la tribuna del primer piso aparecían un grupo de cabezas femeninas. Todo esto se destruyó cuando se realizaron unas obras para adecuación de la planta baja como tienda. Las esculturas fueron destrozadas y las cabezas las recuperó el gerente de la tienda que más tarde las vendió a Salvador Dalí que las emplazó en el muro del patio de su Teatro-Museo de Figueras. El arquitecto Óscar Tusquets, a mediados de los años ochenta del siglo XX, se encargó de la restauración del resto del edificio, restituyendo los pináculos y el templete de la cornisa de la parte superior del edificio, que había sufrido graves destrozos por el fuego de ametralladoras durante la guerra civil española de 1936. En 1992 se llevó a cabo una nueva restauración con la recuperación de elementos arquitectónicos de la fachada.
En 2006 la casa fue adquirida por el Grupo Núñez y Navarro. Puso en marcha su rehabilitación y recuperación arquitectónica, continua dada las características de las obras. El edificio es de uso privado, alquilándose sus diferentes plantas. Desde el año 2007 la casa forma parte de la Ruta Europea del Modernismo, y con todo, es una de las casas más emblemáticas de la conocida “manzana de la discordia” de Barcelona, conjuntamente con la Casa Amatller y la Casa Batlló. El edificio se abrió por primera vez al público la noche del 10 de septiembre de 2009 durante 4 horas, para celebrar la noche blanca de la cultura, celebración orquestrada por TV3 en conmemoración de su aniversario. Es conocida como Nit10.
En abril de 2012 se concluyeron cuatro meses de obras en los bajos comerciales, recuperándose algunos de los elementos destruidos, como la puerta de carruajes, y algunas columnas y mosaicos.
Paseo de Gracia, nº 35. Barcelona.
Fotografías: Andres Mauri.
|